"Siempre he visto a Pep Bras como un genio de otra época. Un personaje único del Hollywood de los años 40 que merecería ser protagonista de uno de sus guiones. Pep podría haber sido Barton Fink o los hermanos Coen, Joe Gillis o Billy Wilder. Pero afortunadamente, Pep nació en los 60 para poder trabajar conmigo en la tele del siglo XXI. Y en cada programa que hacemos juntos le doy gracias por existir. Pep tiene lo mejor que se le puede pedir a un guionista. Es creativo y versátil (igual te escribe un monólogo, que un cortometraje de ciencia ficción). Es un currante enfermizo y rápido como nadie. Le haces una petición a las 12 de la noche y cuando abres el mail a las 6 de la mañana tienes 45 propuestas para elegir. Pero lo más importante, ¡Pep es humilde! Aún sabiendo que su guión es cojonudo, está dispuesto a cambiar las cosas que escribe si yo se lo pido. Y sin discutir más de 5 minutos. Te envía una versión 2, 3, 4 y hasta 16 si conviene. Eso es admirable, amigos. Por todo ello, le adoro, le quiero y le necesito en todos mis proyectos. Espero que siga cerca durante muchos años, hasta que aparezca el DeLorean y se despida de mí después de confesarme que su verdadero nombre es Emmett Brown y que él inventó el condensador de Fluzo. Pep pudo hacerlo." 

Rosa Olucha