El verdugo empático 

de Juanjo Ramonet. Death Proof Book ediciones, 2012. 

 

 

Juanjo Ramonet sorprendió a gran parte de la crítica con su primer relato corto, “El tiempo en pasado”, que decía así: 

“Nevaba.” 

Seguido de doscientas páginas en blanco.  

Muchos quisieron descubrir en ese minimalismo radical el nacimiento de una de las plumas más audaces de las nuevas generaciones de escritores, hecho que el propio autor se encargó de desmentir, imitándose patéticamente a sí mismo en su nuevo trabajo, “El tiempo en futuro”, donde escribía: 

“Nevará” 

Seguido de cuatrocientas páginas en blanco. 

No tuvo el mismo éxito de crítica, aunque sí comercial, porque le pilló en plena moda de las novelas-tocho, esas que la gente que ya había regalado un Ken Follet compraba de tres en tres en vísperas de reyes en el Carrefour. 

Para su tercera obra, el que algunos han bautizado ya como el Don Delillo de Castefa, ha querido dar un giro radical a su carrera, y nos presenta una historia que es, esencialmente, el retrato de su protagonista, ese verdugo empático del título, que lo pasa mal cada vez que tiene que ejecutar a alguien. O eso suponemos, en realidad, porque Ramonet sintetiza todo su sufrimiento interior en un par de frases de diálogo: 

-Me sabe mal, oiga. 

-Nada, usted haga, haga, que no está el curro para andarse con remilgos. 

Y lo deja aquí, con el ánimo del lector en suspenso. 

En la edición especial del FNAC regalan una simpática máquina sacapuntas en forma de cabeza cercenada.