Ere lo que no hay 

De John Smith (pseudónimo). Edicions La rata sobre el Tejado de Zinc & produccions S.L. 145 págs. 

 

 

Desafortunado título para una novela que, sin embargo, contiene momentos de un refinado dramatismo, como aquel en que el jefe del protagonista (el obrero miope y calvo conocido como “P”)  le comunica por sorpresa que va a echarle de la empresa, pero sin prisa, que siga haciendo su trabajo de puta madre hasta el día que a él le salga de los huevos. Y P. suelta un bufido y le dice: 

-Joder, jefe. Eso es como si mi mujer me dijera de pronto: “Cariño, me das asco. Vomito solo de pensar que esta noche tengo que acostarme contigo. Pero no te vayas todavía. Quédate, y sigue barriendo el piso, haciendo la compra y pagando las facturas. Ya te diré cuando he encontrado a otro que me folle mejor.”  

-No he entendido la metáfora -responde el jefe-. ¿Tratas de hacerte el listo conmigo? 

Y luego está ese soberbio e inesperado clímax final, cuando el jefe descubre por casualidad que le está creciendo una colita enroscada; enloquecido, suelta una carcajada terminada en “i”, quema su mansión de peli porno californiana, se deja crecer la barba hasta el pecho y se retira a un monasterio tibetano a pintar cuadros con el pene. 

El resto es totalmente previsible. Juego sucio de empresario, ataques de ansiedad de los obreros. Basura panfletaria, pura inmundicia literaria. En fin, al menos es corta.